miércoles, 2 de septiembre de 2009

Caminar

Él corría, nunca le enseñaron a andar,
se fue tras luces pálidas.
Ella huía de espejismos y horas de más.
Aeropuertos. Unos vienen, otros se van,
igual que Alicia sin ciudad.

El valor para marcharse,
el miedo a llegar.

Llueve en el canal, la corriente enseña
el camino hacia el mar.
Todos duermen ya.

Dejarse llevar suena demasiado bien.
Jugar al azar,
nunca saber dónde puedes terminar...
o empezar.

Un instante mientras los turistas se van.
Un tren de madrugada
consiguió trazar
la frontera entre siempre o jamás.

Llueve en el canal, la corriente enseña
el camino hacia el mar.
Todos duermen ya.

Dejarse llevar suena demasiado bien.
Jugar al azar,
nunca saber dónde puedes terminar...
o empezar.

Ella duerme tras el vendaval.
No se quitó la ropa.
Sueña con despertar
en otro tiempo y en otra ciudad.

Dejarse llevar suena demasiado bien.
Jugar al azar,
nunca saber dónde puedes terminar...
o empezar.





.....





PARANOIA




....





















Y cuando mi cabeza grite "¡silencio!" se oirá el eco de las voces que no se callan, y que retumban en las paredes de mi cráneo.

Hay voces que no se apagan.
Como si de un experimento gastronómico hablásemos, una mezcla de delirios de grandeza con absurdas coartadas cobardes pasan a ser deboradas por mi conciencia...

Apaga la luz, quizá así consiga que se vayan y me dejen dormir, que no me atormenten más. Algunos dicen que lo puedo llamar remordimiento.

Gran canción.

1 comentario:

  1. Aeropuertos unos vienen, otros se van, igual que alicias sin ciudad, el valor para marcharse y el miedo a llergar...
    bufff demasiado dura en estos momentos

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