
Te he dejado en el sillón las pinturas y una historia en blanco. No hay principio ni final, sólo lo que quieras ir contando. Y al respirar intenta ser quien ponga el aire, que al inhalar te traiga el mundo de esta parte. Te he dejado en el sillón las pinturas y una historia en blanco. Yo me marcho a otro lugar, puede que el viaje sea largo. La burbuja en que crecí nos vendió comodidad y un nudo entre las manos. Yo escogí la ambigüedad, tú el fantasma y lo real, todo en el mismo barco. Y al respirar propongo ser quien ponga el aire, que al inhalar me traiga el mundo de esta parte. Y respirar tan fuerte que se rompa el aire, aunque esta vez si no respiro es por no ahogarme. Y al respirar propongo ser quien ponga el aire, que al inhalar me traiga el mundo de esta parte. Y respirar tan fuerte que se rompa el aire, aunque esta vez quizá será mejor marcharse. Intenta no respirar...
(Cuando una canción cobra significado)
Y en estos días aprendí que no se necesita amar para sentir algo especial. Una conexión. Los pentagramas para mi han dejado de ser simples líneas perfectas con notas bailando y ciertas canciones que hacía años no escuchaba han vuelto a hacerme sonreír. No creo en el amor eterno, ni en los cuentos de princesas y mucho menos en los finales felices. Pero si en un simple “quiero conocerte” o “volveré a verte”. He dejado atrás los sentimientos, solo por unos días. Lo cierto es que no puedo controlarme, pero si luchar contra ellos.
cuando hablas lo que callo suena tan bonito que seria dificil hacer como si nada.
ResponderEliminarParece mentira pero de cierta manera crece esa sensación de distancia que se asemeja a la rotura de un vínculo roto de hace tiempo y recauchutado con celo.
Es poder volver siempre a leer algo tuyo y que me de otras tantas cosas por las que seguir escribiendo.
Me encantó esta entrada :)
Nunca el amor fue fácil querida...
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